La red asociativa del autismo ha lanzado este manifiesto para pedir que las personas con autismo reciban los apoyos específicos y flexibles que requieran en cada etapa de su vida y para que las administraciones públicas garanticen su financiación, sostenibilidad y calidad.
El 2 de abril, Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, alzamos la voz para recordar que las personas autistas no son invisibles. Deben participar en todas las decisiones que les afectan, como parte activa de la sociedad. El autismo es diverso, cada persona es distinta, por eso las personas con autismo son infinitas. La variabilidad dentro del espectro es enorme: cada persona es única y sus necesidades también lo son.
En España, se estima que 1 de cada 100 personas está en el espectro del autismo. Son cientos de miles de personas con realidades y necesidades diversas. Sin embargo, a pesar de esta significativa presencia en nuestra sociedad, el conocimiento sobre el autismo y el reconocimiento de sus derechos aún son insuficientes. Es imprescindible que las políticas públicas reflejen esta realidad. Deben proporcionar respuestas adecuadas para garantizar la inclusión, la participación y la calidad de vida de todas las personas autistas.
Apoyo durante la vida
Es fundamental que las personas con autismo reciban los apoyos específicos y flexibles que requieran en cada etapa de su vida. Unos apoyos que no pueden ser uniformes ni generalizados. Deben adaptarse a cada persona y a su contexto particular. Desde el movimiento asociativo del autismo, trabajamos cada día para ofrecer servicios específicos y especializados que favorezcan su bienestar, desarrollo y participación social.
Sin embargo, estos servicios y apoyos requieren de un compromiso firme por parte de las administraciones. Deben garantizar su financiación, sostenibilidad y calidad, para que ninguna persona autista se quede atrás. La falta de recursos o la precariedad en la prestación de servicios comprometen la calidad de vida de las personas con autismo y sus familias. Dificultan el acceso a un diagnóstico precoz y a la atención temprana. Impiden el acceso a una educación de calidad, al empleo, a una vida independiente y al ejercicio pleno de sus derechos.
En España, aún existen barreras significativas en el acceso a estos servicios. Muchas personas y familias enfrentan largas listas de espera, falta de profesionales especializados y una insuficiencia de recursos públicos que obliga a costear apoyos esenciales. Esta situación genera desigualdades y pone en riesgo el bienestar de muchas personas.
Por ello, reivindicamos:
- El reconocimiento de la variabilidad del espectro del autismo en todas las políticas públicas y la implementación de medidas ajustadas a cada necesidad.
- La participación de las personas autistas y sus familias en la toma de decisiones que les afectan, garantizando su voz y su representación.
- El acceso a apoyos y servicios específicos y especializados, flexibles, adaptados a cada etapa de la vida y a cada persona, con calidad y continuidad, sin importar su situación socioeconómica o lugar de residencia.
- El compromiso de las administraciones para asegurar la financiación estable y suficiente de estos servicios, promoviendo su sostenibilidad y mejora continua.
- Hoy, y todos los días, reafirmamos nuestro compromiso para construir un mundo más accesible, justo y respetuoso con la diversidad del espectro del autismo.