La Fundación Fontilles, una organización valenciana con más de un siglo de experiencia en la promoción de la salud y el bienestar de colectivos vulnerables, y la Fundación Intercultural Nor Sud, una alianza de mujeres indígenas, ambientalistas y profesionales bolivianas, han unido esfuerzos para combatir el mal de Chagas en Bolivia. Este ambicioso proyecto, que cuenta con la colaboración económica de la Generalitat Valenciana, se desarrollará durante los próximos tres años en 23 comunidades indígenas de los municipios de Monteagudo y San Pablo de Huacareta, en la provincia de Hernando Siles, ubicada en el Chaco Chuquisaqueño, al sur del país.
El mal de Chagas, una enfermedad tropical desatendida que afecta a más de 6 millones de personas en todo el mundo, es un problema crítico en Bolivia, especialmente en zonas rurales donde la vinchuca, el insecto transmisor, encuentra condiciones ideales para su reproducción. Esta enfermedad, que causa graves problemas intestinales y cardíacos, es una de las de mayor morbilidad en América Latina, superando incluso a enfermedades más conocidas como el dengue o la malaria.
Elevar la esperanza de vida de 4.842 personas
El proyecto, que se enmarca en el programa nacional de lucha contra el Chagas, tiene como objetivo reducir la tasa de mortalidad prematura, actualmente situada en un 39%, e incrementar la esperanza de vida de 4.842 personas pertenecientes a las 23 comunidades intervenidas, que actualmente se sitúa en 64 años. Para lograrlo, se realizarán acciones clave como la rehabilitación de 900 viviendas, la capacitación de 1.519 familias en la vigilancia y control del vector, y la instalación de tres estaciones meteorológicas por parte de la ONG boliviana Fundación de la Cordillera. Estas estaciones permitirán monitorear las condiciones climáticas y alertar sobre la posible aparición de la vinchuca.
Además de mejorar las condiciones de habitabilidad, el proyecto abordará factores que han incrementado la incidencia del Chagas en Bolivia en los últimos años, como las malas condiciones de higiene, la falta de concienciación y conocimientos sobre la enfermedad, y la debilidad organizativa de las comunidades. En este contexto, la alianza entre la Fundación Fontilles y la Fundación Intercultural Nor Sud busca no solo mitigar los efectos de la enfermedad, sino también empoderar a las comunidades indígenas para que puedan llevar a cabo un control sostenido y efectivo del Chagas en sus territorios.