El pasado viernes, 8 de septiembre, Marruecos sufrió un terremoto de magnitud 6.8 en la escala Richter. Desde entonces, son muchas las personas que están colaborando y ofreciendo ayuda humanitaria para atender las necesidades básicas de las víctimas del seísmo.
La situación más complicada se vive en los pueblos de montaña, cuyo acceso ya era dificultoso antes del terremoto. Según explica Marie Hélène Bellangeon, responsable de África en el área de Cooperación Internacional de Cáritas Española, «ahora, la destrucción causada por el terremoto es más grande, hay muchas víctimas y el problema sigue siendo cómo llegar a la gente».
Cáritas Española ha activado una campaña de emergencia para canalizar la ayuda humanitaria en las zonas afectadas. Mientras, los equipos locales de la organización se han desplazado a Marrakech y a los pueblos montaña y han enviado los primeros convoyes con generadores eléctricos, kits de primera necesidad, mantas, ropa, botiquines con medicinas y alimentos. Por su parte, Cáritas Marrakech busca alojamiento a decenas de subsaharianos que han quedado sin techo tras la catástrofe. Por el momento, Cáritas Internationalis y Cáritas Española han conseguido movilizar 30.000 euros para responder a las necesidades más básicas de la población afectada por el seísmo.