- El 95% de los incendios forestales ocasionados se deben a negligencias de la ciudadanía
Cada verano que pasa es peor que el anterior. El aumento de las temperaturas por el calentamiento global, las olas de calor y la falta de lluvias hacen crecer el riesgo de incendios forestales y ponen en peligro la seguridad de la vida humana. El de 2022 fue un verano sin precedentes, el más mortífero en Europa: más de 60.000 personas murieron por causas relacionadas con el calor. Las cifras más altas se registraron en Italia, Grecia, España y Portugal.
Actualmente, hay fuegos activos en el este de Europa (Croacia, Sicilia, Grecia…), aunque también se están alcanzando temperaturas récord en América del Norte y Asia. Según informa el Centro Climático de Cruz Roja, el 95% de los incendios forestales son ocasionados por la acción humana. Las negligencias como arrojar colillas aún encendidas, tirar vidrios en el campo y dejar barbacoas mal apagadas, son unas de las mayores causas que provocan estos desastres.
Ejemplos de prevención
Son muchas las localidades que ya han implantado acciones de prevención y sensibilización ante el riesgo alto de incendios. En Collado Villalba, Galapagar, la Sierra Oeste de Madrid, la Sierra de Maigmó o Castalla existen rutas fijas y móviles de vigilancia donde se entrega información y ceniceros portátiles o bolsas de basura para que las personas puedan disfrutar de una agradable jornada en el entorno natural al tiempo que toman conciencia de la importancia del medioambiente.
En Alicante también se trabaja con guías de flora autóctona y se realizan talleres de recogida de semillas e identificación de plagas. Asimismo, en la Dehesa del Parque Natural de la Albufera (Valencia) y en los parques nacionales de La Cabrera y Odesa se llevan a cabo servicios de primeros auxilios y rutas guiadas accesibles para personas con discapacidad.
Las unidades de voluntariado de las entidades sociales también son fundamentales para este tipo de actividades. El voluntariado de Cruz Roja, por ejemplo, informa a los senderistas de las posibles señales e indicios de incendios, así como de las negligencias que deben tener en consideración y eludir para evitar catástrofes. De hecho, desde la organización promueven buenas prácticas medioambientales y han diseñado un juego de mesa de prevención de incendios que se utiliza en escuelas de verano, campamentos urbanos y colegios.