Un 74% de las personas LGTBI+ cree que peligrarían derechos como el matrimonio igualitario, el reconocimiento de las personas trans o la adopción por parte del colectivo si llegara al poder un Gobierno ultraconservador. Además, una de cada cuatro personas piensa que se perderían todos los derechos conquistados en los últimos 20 años.
Así lo muestra una investigación realizada por la Federación Estatal LGTBI+ elaborada con motivo del 20 aniversario del matrimonio igualitario, que se cumplía el pasado 21 de abril. La presidenta de la Federación, Paula Iglesias, ha recordado que este hito “situó a un país que había sufrido 40 años de dictadura a la vanguardia mundial en cuanto a derechos sociales”. Iglesias subraya que desde entonces, el derecho al matrimonio se ha afianzado en nuestra sociedad y el incansable activismo ha permitido la aprobación de otras leyes que han ampliado libertades.
La presidenta alerta de que «el temor que la población LGTBI+ traslada a través de los datos no es infundado«. «El odio y los discursos que lo enaltecen y legitiman son ahora mucho más peligrosos que entonces porque cuentan con un altavoz mayor debido a algunos líderes internacionales y a las redes sociales», señala Iglesias.
Vigilar los derechos
«Nuestra vigilancia al cumplimiento de los derechos sociales debe ser mayor que nunca», ha destacado la presidenta de la FELGTBI y ha pedido al Gobierno que apruebe un Pacto de Estado contra los discursos de odio hacia los grupos vulnerables e implemente las leyes aprobadas. «Que se frene el odio y que la legislación vigente no quede en papel mojado para que los derechos se afiancen en nuestra sociedad, como lo hizo el matrimonio igualitario, y no sean objeto de debate o de derogación», ha reivindicado Paula Iglesias.
Además, la presidenta de la Federación Estatal LGTBI+ ha recordado que los gobiernos conservadores ya están recortando derechos en las autonomías que presiden, por lo que ha denunciado: «La igualdad no puede ser una moneda de cambio”. Considera que los derechos humanos «son irrenunciables y negarse a proteger a una parte de la ciudadanía es perpetuar la discriminación y la violencia». La presidenta considera que todos los partidos tienen la responsabilidad de acabar con el odio y la discriminación, ya que de no hacerlo «serán cómplices de cada agresión y de cada violencia” sentencia.
Creyentes LGTBI+
Por otra parte, la co-coordinadora del Grupo de Fe y Espiritualidad de la organización, Gema Segoviano, recuerda que, 20 años después de este gran avance, que enfrentó una dura oposición por parte de la Iglesia Católica, su máximo representante, el Papa Francisco, siguió mostrándose contrario al matrimonio igualitario, incluso impidió a las personas trans su derecho a ejercer como testigos de enlaces matrimoniales o padrinos y madrinas de bautismo.
“El Papa Francisco mostró cierto grado de progreso al bendecir a las parejas del mismo género pero esto no garantiza en absoluto la igualdad para las personas LGTBI+ en el ámbito religioso, donde se nos sigue señalando como personas no dignas. Confiamos en que su sucesor sea capaz de encontrar caminos para que las personas creyentes del colectivo podamos desarrollar nuestro derecho a la fe y la espiritualidad no desde los márgenes, sino en los espacios donde también deberíamos ser bienvenidas y acogidas”, declara Segoviano.
