Paquita Sauquillo comienza 2025 haciendo una mudanza de las que arrugan el corazón. Atrás queda una década de dulce activismo. De luchas, demandas, reivindicaciones y cientos de viajes para estar donde la necesitaban. Paquita a pocas cosas dice “no” cuando le piden apoyo. Quizá, por ese sentido del compromiso, esta luchadora de mirada ancha y sonrisa serena ha aceptado el viaje hacia la política. Hoy se despide dando las gracias. Deja los cargos, «pero no el voluntariado» porque, asegura, «es crucial para cambiar el mundo».
¿Por qué ha decidido volver a la política?
Realmente, nunca he dejado la política, a lo largo de estos años me ha acompañado. Creo que todo lo que hacemos puede ser un acto político, otra cosa es trabajar en ello. He pasado por la Asamblea de Madrid como diputada cuando se constituyó, he estado en el Parlamento Europeo y en cargos directivos de distintas organizaciones sociales que, en mi opinión, son las que cambian la sociedad, las que consiguen mejorar el mundo.
En 1983, fundé la organización Movimiento por la Paz (MPDL), más tarde entré en la Junta Directiva de la Plataforma del Tercer Sector (PTS) y he sido vicepresidenta de la Plataforma del Voluntariado de España (PVE). Desde cada uno de estos espacios he hecho política.
¿Cómo se siente tras dar este paso?
Pues he dudado mucho porque quería seguir tanto en la PTS, como en la Plataforma del Voluntariado de España. Al final, me ha parecido que, a lo mejor desde Madrid, también puedo seguir haciendo y aportando.
Creo que atravesamos momentos muy complicados. Vienen «aires del norte» que me preocupan porque suponen un ataque a los valores que hemos defendido toda nuestra vida: el valor de la solidaridad, el compromiso con quienes son diferentes, el valor del feminismo -ahora se cuestionan todos los avances que hemos conseguido las mujeres-, el valor de la libertad… Estos aires se están implantando tanto en Europa como en España y creo que tenemos que seguir luchando por ellos.
¿Seguirá de alguna manera conectada con el movimiento asociativo o esta decisión supone una desvinculación total?
Creo que hay incompatibilidad; no se puede ser presidenta del PSOE de Madrid y estar en la junta directiva de la Plataforma del Tercer Sector y de la Plataforma del Voluntariado. Legalmente no hay incompatibilidad, pero moral y políticamente sí la hay. Eso no significa que no pueda seguir aportando desde el voluntariado. De hecho, creo firmemente que son las organizaciones sociales las que cambian el mundo.
¿Qué recuerdos guarda de sus primeros años en la política, aquellos en que era abogada?
No teníamos libertad. España era una jaula. En cuanto salíamos de ella, una brigada político-social nos detenía y nos llevaba al calabozo. Desgraciadamente, muchos compañeros y compañeras no pudieron contarlo.
Había que comprometerse con valores fundamentales como la libertad y la democracia; a eso dediqué mi labor de jurista y abogada. Defendí casos en los que se atacaba a las mujeres… Fueron años difíciles, pero ahora tampoco son fáciles. Antes teníamos mucha ilusión porque pensábamos que podíamos cambiar las cosas. Ahora nos encontramos en una sociedad que está mejor económicamente, que es más democrática y ha logrado muchos derechos, pero los podemos perder…
Como ha comentado, fue fundadora y presidenta de Movimiento por la Paz y durante casi una década ha estado al frente de la Plataforma del Voluntariado de España. ¿Cómo definiría esta etapa?
Creo que el Tercer Sector es fundamental para luchar por las distintas discriminaciones y desigualdades; es esencial para luchar contra la pobreza. Para mí, ha sido una etapa muy interesante porque he conocido a muchas compañeras y compañeros que entregan su tiempo para hacer voluntariado y mejorar las cosas. He conocido a gente estupenda con la que he trabajado para mantener el estado del bienestar, a pesar de todo.
¿Qué se lleva y qué deja atrás?
Me quedo con muchísimos recuerdos positivos de una época que considero muy interesante en mi vida. He aprendido muchísimo trabajando en organizaciones sociales. Lo que dejo atrás es el puesto directivo en la Junta de la PTS y la vicepresidencia de la PVE, pero el balance ha sido muy positivo.
Esos aprendizajes, ¿pueden ser útiles para la presidencia del partido?
Sí. Desde ahí voy a seguir trabajando para impulsar lo que se hace desde las organizaciones sociales. Intentaré que se reconozca la labor que desempeñan las ONG.