El activismo social no tiene sentido del humor. Es lo que suele decirse de las que están en esa orilla combativa para lograr igualdades. Frases como, “siempre tienes que sacar punta a todo” o “en realidad eres tú quien incomoda a la gente” son frecuentes. Las activistas pueden ser las aguafiestas de la reunión. O no…
El sentido del humor, esa chispa que nos alegra en las buenas y nos permite avanzar en las muy malas, es tan necesario como el Sol. Creo que el humor es genuinamente humano porque es placentero. Aligera las cargas y apoya nuestra supervivencia. Y todo este preámbulo viene a cuento de una comedia que acaban de estrenar Cuerpo Escombro, otra película sobre la discapacidad -sin contar con ella- que ha suscitado la polémica. A mucha gente del sector no le gusta la historia ni su enfoque, pero sobre todo no les gusta la peli porque perpetúa los clichés de siempre. Os recomiendo visitar los argumentos de @lomionoesnormal y @noemismisma en redes.
Como yo no habito la discapacidad, voy a quedarme en la superficie y a preguntarme de qué nos reímos cuando reímos o qué nos hace gracia. Un conocido me comentaba hace poco que ya no se pueden hacer chistes de casi nada, no como en los años 80, donde no había censura y tenían verdadera libertad.
Me da que pensar. Y pienso. Pienso en los chistes sobre maricones, marujas apaleadas, chachas, gordas, gitanos, tullidos. Pienso en humoristas casposos que contaban lo que hoy no se comprende. Y concluyo que quizás no era más libre el humor en los 80, sino menos consciente de cómo servía a la normalización del machismo, racismo, clasismo, homofobia y todo el lote de “ismos”.
Reírse es bueno. Sobre todo, de una misma. Cuando en lugar de eso te conviertes en chiste, ya no lo es tanto. La guasa entre iguales es un desahogo. La que mira de arriba a abajo es pura burla. Es violencia.
Volviendo a la peli, me pregunto qué efecto tendrá sobre quienes la vean. De repente me viene el comentario de uno de los influencers que he citado: antes nos llamaban por la calle “Campeones” por la peli de Fesser. Ahora lo mismo nos paran para decirnos “Cuerpoescombro”, eso sí, sin ninguna intención de molestar.