- Se calculan alrededor de 56.000 viviendas dañadas en la región del Alto Atlas
El pasado 8 de septiembre Marruecos sufría un seísmo de magnitud 6,8 que causó multitud de catástrofes al sureste de Marrakech y en las zonas de montaña más vulnerables. Con la llegada del invierno, Cáritas Española ha conseguido movilizar 150.000 euros para atender la emergencia humanitaria y construir refugios provisionales para las personas afectadas.
Según el principio humanitario de Cáritas, la intervención se centra en una primera fase en las zonas más aisladas, donde no llega la ayuda: el centro y el sur del Alto Atlas. En esta última, se calcula que están dañadas unas 56.000 viviendas, y el 35% de ellas están completamente destruidas.
Las personas obligadas a abandonar sus hogares están alojadas con familiares o en tiendas de campaña en campamentos improvisados a las afueras de los pueblos. Las tiendas han sido proporcionadas principalmente por el Gobierno, el Ejército, Protección Civil y, en menor medida, por asociaciones de ayuda humanitaria.
«Estas tiendas no tienen ni las cualidades técnicas de solidez ni el aislamiento necesario para soportar las difíciles condiciones climáticas y medioambientales del invierno en los pueblos de montaña más afectados. En este sentido, la llegada del frío representa un alto riesgo para la población que actualmente vive allí», explica Laure Salies, técnica del equipo de Cooperación Internacional de Cáritas Española.
Los fondos recaudados, que se suman a los 30.000 euros enviados pocos días después de la catástrofe, beneficiarán a las personas más vulnerables -mayores, infancia, personas con discapacidad y migrantes- con la dotación de bienes de primera necesidad como utensilios de cocina y saneamiento e higiene. Además de la construcción de refugios provisionales.
La segunda fase de la respuesta de emergencia está prevista para febrero del 2024 y estará centrada en la reconstrucción y rehabilitación.