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«Hay dos cosas invisibles para los medios: las personas mayores y la salud mental»

Blanca Duque

Francisco Carbonell García tiene 76 años y es voluntario en proyectos que luchan por la visibilidad de las personas mayores. En esta entrevista comparte su experiencia en el proyecto “Mayores+”, una iniciativa de Color Comunitaria, financiada por fondos NextGenerationEU, Junta de Andalucía y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Paco Carbonell entrevistando a una mujer

Francisco Carbonell García es un hombre jubilado de 76 años. Ha realizado voluntariado en varios proyectos y asociaciones, pero su trayectoria con los medios de comunicación le ha llevado a implicarse en la iniciativa «Mayores+» que impulsa la Asociación Color Comunitaria de Málaga, y donde dice sentirse «ilusionado». El objetivo es dar voz a las personas mayores mediante la realización de programas de radio que incluyen directamente a la ciudadanía. Además, ofrecen información sobre servicios relevantes mediante la red social de WhatsApp. Todo ello, con el fin de combatir la soledad no deseada, de hacer prevalecer sus conocimientos y de servir como herramienta útil para la vida diaria.

Entre los voluntariados que ha realizado se encuentra «Mayores+». ¿Cómo lo describiría?

Un proyecto precioso, maravilloso, en el que no tengo palabras de lo genial que es y cómo los mayores, mis mayores, me han aceptado plenamente. Podemos decir que es algo único. Se trata de un proyecto muy bonito, que no sé cómo no se le ha ocurrido antes a tantas radios comerciales como hay en este país. Y se trata de llevar a los mayores a su hábitat, es decir, abordar con ellos la soledad no deseada, el edadismo, transmitir conocimiento de qué pueden hacer, dónde pueden ir, dónde pueden conseguir recursos.

Es muy importante darles información y acceso a esos recursos, pero además fomentar el envejecimiento activo y saludable. Son quizás los pilares, la base. Es un trabajo muy bonito que durante todo el tiempo que está desarrollándose, estamos visitando una serie de ciudades y de pueblos andaluces, donde allí conocemos in situ con los mayores todo lo que les he comentado.

Nos ha dicho cuál es el objetivo que tiene el proyecto, pero, ¿de qué forma lo lleva a cabo? ¿Qué actividades o servicios hay dentro de «Mayores+»?

Las actividades que tenemos son reunirnos con las distintas asociaciones de mayores, tanto de Málaga como de la provincia, pero también de ocho pueblos que hemos visitado hasta ahora del resto de Andalucía. Nos hemos reunido con los alcaldes, con las concejalas o concejales del mayor, y hemos hablado a los mayores de la importancia que tiene tener un envejecimiento activo. Los ayuntamientos se están volcando y dedicando un gran esfuerzo, pero queda mucho camino por recorrer.

Nosotros nos hemos encontrado con muchísimas personas que conocían a otros mayores que vivían solos y que no les llegaba la mejor información de cómo ellos podían tener acceso a recursos, información básica sobre muchos recursos que hay y que la gran mayoría desconocen. Entonces, uno de nuestros trabajos más importantes y más gratificantes es intentar poner en contacto a todos los mayores a través de un grupo de WhatsApp para que conozcan todos esos recursos y sepan dónde pueden acudir en un momento determinado.

¿Es unidireccional? ¿Solo sois vosotros los que dais información o escucháis a los mayores de alguna forma?

No, no solamente le damos información. Lo más importante es escuchar la voz del mayor. Creo que nosotros nos estamos encontrando con la generación única y más importante que ha tenido este país. O sea, es una generación que cuando hablas con ellos y los escuchas te das cuenta, y yo me incluyo en esa generación, de que es irrepetible.

¿Por qué es irrepetible?

Porque es una generación que nace después de la posguerra, una generación en la que nos hemos criado en la calle, en los colegios y luego nos juntábamos a jugar en la calle y las puertas de las casas estaban abiertas. Hoy es impensable que en cualquier pueblo o ciudad a determinadas horas puedan estar las puertas abiertas. Entiendo que hay libros de ello, pero creo que habría que hacer exposiciones y habría que enseñarles a los jóvenes cómo jugábamos nosotros.

Fue una generación muy luchadora, constantemente salíamos a la calle, estaba en el ocaso de la dictadura prácticamente, y salimos a la calle con mucha fuerza a aprobar esta Constitución que tenemos, que por cierto el artículo 50 de la Constitución habla mucho de las personas mayores, pero la verdad es que no se pone en práctica. Dice que todas las personas mayores tenemos derechos cuando nos jubilamos, a una jubilación digna, a una pensión digna, a una vivienda digna, pero todo eso es papel mojado, realmente no es así.

Nosotros nos enfrentamos a aprobar el Estatuto de Andalucía, salimos con nuestros hijos, con nuestras familias a la calle, y con los años resulta que llega esa dolorosa pandemia y acaba con los más débiles. Miles y miles de personas de esta generación única e irrepetible perdieron la vida. Además, cuando vas y hablas con los mayores de Granada, de Almería, de Córdoba, los de aquí de Málaga, ellos se esfuerzan muchísimo en recordar sus vivencias, esos guateques que teníamos, esa música de los años 60, de los años 70, que yo estoy todo el día escuchando, pero porque es que me alimenta, me da ganas, porque esas canciones decían mucho de lo que hacíamos esta generación.

¿Por qué hacen falta programas que hablen de todos estos aspectos?

La verdad que yo estoy muy orgulloso porque creo que el voluntariado implica una dedicación y un esfuerzo. Es una opción personal libre, pero requiere un compromiso estable con una organización que canalice mi participación, gratuita, pero siempre a favor de otras personas y de la sociedad en general. Y yo creo que me siento muy realizado con este proyecto de “Mayores+”, porque estoy conociendo a muchísimos mayores, incluso los concejales más jóvenes con los que me encuentro están maravillados con el buen hacer de los mayores.

Yo creo que a los mayores todavía nos queda un camino muy importante que recorrer, y que en ese camino tiene mucho que decir la gente joven. Hacen falta encuentros intergeneracionales en que los jóvenes escuchen nuestras vivencias, escuchen cómo hemos llegado hasta aquí y por qué esta es una generación única e irrepetible.

¿Por qué decidiste participar en «Mayores+»? ¿Cómo llegaste a ser locutor de los programas?

Yo me he dedicado toda mi vida a la comunicación, desde que empecé humildemente en un vídeo comunitario, cuando solamente existía en este país La Uno y La Dos no había nacido Antena 3 ni Telecinco, empezaron a proliferar los vídeos comunitarios que eran realmente la voz del pueblo, la voz de los vecinos.

Empecé con un canal de televisión y me di cuenta que merecía la pena dedicar tu esfuerzo por la gente de tu entorno, por tu ciudad. Desde entonces no paré de trabajar en distintas televisiones locales. Posteriormente, me di cuenta de que yo tenía que continuar ahí. Durante un tiempo estuve de director en una asociación que hoy no existe, dedicada a ayudar a las personas, facilitándoles comida, pagándoles la luz y todo. Y de ahí me fui a la radio, porque tenía esa morriña. Y en la radio tuve la suerte de que contaran conmigo para este proyecto.

¿Cuál es tu papel en el proyecto?

Yo soy un poquito de todo. Me encargo de contactar con los distintos municipios donde viajamos. Planifico la estancia en esos municipios, dónde vamos a estar, con qué asociaciones nos dice el ayuntamiento que podemos contar. Además, conduzco el programa y entrevisto a los mayores y las figuras políticas o profesionales de distintos campos que acuden a los programas.

¿Ha habido una buena respuesta de los sitios que habéis visitado?

Sí. De hecho, han pasado casos curiosos. Por ejemplo, recuerdo cuando estuvimos en Roquetas de Mar, grabamos el programa de «Mayores+» en el salón de pleno del ayuntamiento. Y teníamos que empezar a una hora y terminar, porque justo terminando nosotros, el alcalde tenía que casar a una persona. Bueno, fue tal la cantidad de mayores que participaron, el salón de pleno estaba tan lleno que se tuvo que retrasar la boda y el alcalde no la pudo oficiar, la tuvo que oficiar otro concejal. Pero la verdad es que son experiencias maravillosas. Ha sido y es un proyecto genial.

Tengo un recuerdo maravilloso de un programa de hace muy pocas semanas que contacté con la responsable del programa de mayores de la Caixa y desde Barcelona me atendió de maravilla. Hablamos sobre el maltrato de las personas mayores, sobre el suicidio de las personas mayores, que es un tema que está sobre la mesa. Me voy a ir a una noticia que inundaba todos los medios: dos personas mayores en Barcelona, para que no las desahuciaran, se suicidaron. Contra todo eso hay que combatir, hay que hacerle ver a los mayores que tienen muchos recursos y que tienen que buscar esos recursos. Los mayores se merecen todo el cariño del mundo por lo que han hecho por este país.

Hablando de los medios de comunicación, ¿cree que tienen invisibilizado al colectivo de mayores de la población española?

Sí, sí. El colectivo de mayores es el gran olvidado de los medios. De los mayores se acuerdan, única y exclusivamente, cuando alguien se quita la vida, o cuando matan o agreden a algún mayor y ya está. Hay dos cosas que son invisibles para los medios, los mayores y la salud mental. Son las dos cosas tabú en los medios de comunicación. No vende, los mayores no vendemos, las personas mayores no rellenamos hojas de periódico.

Hablando de ti personalmente, ¿tiene un beneficio dedicarse a esto?

Mira, yo voy a ser muy sincero. Como persona mayor que soy, evidentemente sufro los mismos problemas que puede sufrir cualquier persona mayor. Yo hay veces que noto el edadismo en mi entorno. Noto como, a lo mejor, por mi edad, la gente o determinadas personas creen que no estoy preparado o cualificado para hacer algo que haría perfectamente. Pero creen que mi edad es un impedimento y a lo mejor buscan a otra persona más joven para realizar ese trabajo. Esto muchas veces afecta mucho a los mayores. Y tienes un bajón. Y dices: «Entonces, ¿mi vida no vale para nada?, ¿para qué estoy yo en este mundo?». A mí me ayuda muchísimo el voluntariado.

¿Qué le dirías a una persona mayor que se está replanteando hacer algún voluntariado, por ejemplo, de este tipo?

Yo le diría a las personas mayores lo que les he dicho cuando hemos hecho cursos de radio con ellos: Ser voluntario significa muchas cosas. Aportar tu tiempo a personas que lo necesitan, sin esperar una recompensa económica a cambio. Se trata de ver de cerca la realidad de otras personas y ayudarlas. Y, sobre todo, esto nos hace aprender sobre nosotros y sobre los demás. Que no se lo piensen dos veces y que cualquier voluntariado es bueno. Hay muchas formas de hacer voluntariado y de ayudar a muchas personas que realmente lo necesitan.

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