En Europa, una de cada cinco personas menores de edad es víctima de violencia y abusos sexuales y cada segundo se comparten en la red al menos dos imágenes o vídeos violentos con protagonistas menores de edad. Ante esta situación, proveedores de servicios de Internet quieren adoptar medidas para proteger la integridad de la infancia y adolescencia, creando espacios seguros.
El problema es que, actualmente, la situación no está bien regulada y por tanto un grupo tan vulnerable como el de menores sigue expuesto a distintos grados y tipos de violencia en la Red. El pasado año, la Comisión Europea desarrolló una propuesta de Reglamento que establecía una serie de normas para prevenir y combatir la violencia sexual online hacia la infancia y la adolescencia. Sin embargo, la Federación de Asociaciones para la prevención del maltrato infantil (Fapmi-ECPAT España), considera que dichas medidas resultaron ser insuficientes y puso sobre la mesa la necesidad urgente de avanzar en una normativa que establezca reglas sobre la labor de proveedores de servicios en Internet para garantizar la seguridad de los niños, niñas y adolescentes.
Fapmi-ECPAT España, a través de programas como Make-it-Safe, trabajan para dotar de herramientas eficaces a este grupo de población tan vulnerable, sin olvidar a sus familias y a las distintas figuras profesionales que trabajan con este sector. El objetivo es contar con espacios seguros en el entorno digital. Desde la federación abogan por poner el foco en la educación y en el empoderamiento de la infancia y la adolescencia en el uso seguro de las TICs, como una vía de prevención.