Tras siete años de espera, el pasado 25 de enero se produjo la condena por un delito de odio racista a un joven que había agredido a un menor en un bar, al grito de «hay que exterminar a la raza gitana», «fuera del pueblo» o «te voy a matar». Tras las amenazas, el joven acabó propinándole un botellazo en la cabeza. Los hechos juzgados ocurrieron en Castellón de la Plana, 31 de agosto de 2016.
La Fundación Secretariado Gitano presentó una denuncia ante la Fiscalía especializada de delitos de odio de Castellón y apoyó a la familia para que se personarse como acusación particular en el juicio, al considerarlo un delito de odio antigitano grave.
La situación se produjo cuando el menor estaba en un bar y escuchó insultos hacia su persona. Preguntó al hombre por qué lo hacía y como respuesta recibió un botellazo en la cabeza por el que tuvo que ser trasladado al hospital con un traumatismo craneoencefálico.
Esta agresión antigitana ha supuesto graves repercusiones para el joven y su familia, que han
padecido miedo, ansiedad e inseguridad. Tras siete años, el acusado ha reconocido los hechos y ha sido condenado a dos años de cárcel conmutados por un curso de igualdad de trato y contra el racismo.