Tiene la agenda apretada. Camina por las calles de Madrid ajetreado e inmerso en sus asuntos políticos. Y aunque estos sean de un grueso calado, a Mohammed Azahaf nunca se le olvida su sonrisa. Las semanas próximas se presentan intensas, pues el 9 de junio se celebran las elecciones europeas y Azahaf está al frente del voluntariado en el Parlamento Europeo. El año pasado, el Centro Europeo de Voluntariado (CEV) le nombró embajador europeo de voluntariado y, desde entonces —incluso tiempo atrás—, no se ha detenido un momento en su propósito de proyectar e impulsar una Europa solidaria.
Nos encontramos en plena campaña electoral. ¿Qué sensaciones se tienen desde el Parlamento Europeo?
La preocupación que siempre hay en todos los procesos electorales es la participación. Se está haciendo mucho esfuerzo para que acuda el mayor número de personas a votar en estas elecciones y que sirva para demostrar la fuerza que tiene la institución en sí.
Eres embajador europeo de voluntariado. ¿Qué quiere decir esto? ¿Cuál es tu papel?
Esto es un nombramiento que se ha hecho desde el Centro Europeo de Voluntariado (CEV). La idea era potenciar la figura del voluntariado a nivel de todas las instituciones y que se reconociese la importancia del voluntariado en el día a día de la Unión Europea. Para ello se creó la figura -que va rotando-.
La intención era, como te decía, hacer llegar a las instituciones la importancia del voluntariado y hacer un ejercicio también de influencia o ‘lobby’ con partidos políticos y países para que potencien esta figura. En el caso de España a mí se me eligió porque teníamos la presidencia de turno de la UE y ahí fue un espacio en el que se hicieron muchas reuniones y se mantuvo un poco de red para pedir que se reforzase en las sedes tanto del parlamento, como de la comisión, como de los organismos nacionales, estatales y europeos, la importancia de legislar y del papel del voluntariado a nivel global.
A parte, lógicamente, de trabajar para que el 2025 sea declarado el Año Europeo del Voluntariado.
Muchas personas desconocen qué es el Año Europeo de Voluntariado. ¿A qué se refiere esta denominación? ¿Por qué 2025?
La determinación del año tampoco va mucho más allá… Nos parecía un año redondo. Tampoco es una iniciativa que haya salido ahora, sino que lleva muchos años persiguiéndose. La idea es que este año sea un reconocimiento que vino a través de la experiencia vivida con la Covid. La pandemia dio a conocer los beneficios del voluntariado y la importancia clave de una sociedad civil organizada que colabora con sus iguales en situaciones dramáticas como las que sucedieron durante la pandemia.
De hecho, puede parecer como que ha pasado mucho y la gente se ha olvidado… yo creo que la mente también ha intentado borrar ese año —que fue muy duro—. Pero si uno empieza a hacer memoria, recordará que fueron los voluntarios los que se acercaban a las casas de quienes no podían salir para llevarles alimentos, los que se ofrecían para atender sanitariamente a muchas personas que habían contraído el Covid. También fueron muchos sanitarios los que hicieron turnos de limpieza y de bienestar en los barrios, en las ciudades… Entonces había que, de cierta forma, reconocer esa labor. De siempre, pero sobre todo de esta época en donde el papel del voluntariado era clave.
Por ello, se empezó una campaña a nivel europeo de recogida de firmas, tanto de personas como de organizaciones, para hacer la petición formal al Parlamento Europeo para que 2025 fuese el Año Europeo del Voluntariado.
Al final es recordar lo que se ha vivido y darle visibilidad al voluntariado.
Exactamente.
De entre todas las propuestas que se han hecho por parte del voluntariado a la UE para las próximas elecciones, ¿en qué tema consideras que habría que hacer mayor hincapié?
Hay que reconocer la figura del voluntariado. Creo que es una tarea que va a llevar algo de tiempo todavía, pero se está trabajando desde varias organizaciones y desde los Estados; y también hay que consensuarlo con los partidos políticos para que lo lleven a los Parlamentos.
La figura del voluntariado muchas veces se confunde. O sea, no es un becario, no es un trabajo precario… no, no. El voluntariado es algo mucho más allá. El voluntariado es una aportación personal de cada individuo al desarrollo, de la comunidad y del estado civil donde vive. Y en cierta medida, una regulación se agradece para que las propias entidades puedan tener un soporte jurídico a nivel europeo que facilite la acción voluntaria y de visibilidad a lo que hacen.
De hecho, en España el voluntariado está regido por la Ley de Voluntariado 2015, pero no existe como tal una normativa común para todos los países de la UE, ¿no?
Claro, por eso estábamos pidiendo también que a nivel europeo se tome en consideración para proceder a legislar sobre ello. Y la celebración del propio Año Europeo del Voluntariado 2025 puede ayudar para llevar a cabo esta iniciativa.
Como jefe del Gabinete de la Secretaría de Migraciones del Estado, ¿cómo valoras el aumento de los discursos de odio contra las personas migrantes en España y en Europa?
Es muy preocupante, porque, además, es un fenómeno que está recorriendo toda Europa y a nivel mundial también.
Estamos muy preocupados sobre todo por esas generaciones jóvenes que empiezan a normalizar y ver que no pasa nada a la hora de llevar a cabo diferentes discursos de odio. Que al final los discursos de odio a lo que llevan es a acciones violentas contra el diferente y es un peligro.
Estamos muy preocupados porque ya empiezan a darse casos del siguiente paso: pasar del discurso de odio a la agresión física. Y es muy muy preocupante, porque eso luego lleva a polarizar más aún, a enfrentamientos, a populismos… que lo estamos viendo. Tenemos a partidos de ultraderecha que están sentados en los Parlamentos de muchos países y muchas comunidades autónomas en España y a otros incluso gobernando. Y eso es un peligro para la estabilidad de nuestras sociedades.
¿A qué crees que se debe ese auge de los populismos en Europa?
Bueno yo creo que son muchas cuestiones. Primero la facilidad y la rapidez con la que se difunde una noticia. Yo creo que la tecnología nos ha ayudado mucho a estar en contacto unos con otros y hay gente que la está mal utilizando de cara a hacer llegar mensajes de odio y mensajes de diferenciación y de acoso. Entonces claro, la tecnología va a estar ahí porque nos sirve y nos ayuda, pero también es una herramienta que muchas personas utilizan para hacer el mal. ¿Y cómo lo hacen? Difundiendo noticias falsas, bulos… Como son difíciles de contrastar, muchas veces se da por cierto y eso contribuye a la discriminación.
La discriminación siempre ha venido por el prejuicio y el prejuicio ha llevado al estereotipo. Y el estereotipo es el que te hace discriminar. Las redes sociales, las nuevas tecnologías, han contribuido a aumentar exponencialmente los prejuicios, los estereotipos y a su vez aumenta la discriminación.
En estos contextos mencionados, ¿cuál es el papel del voluntariado?
El papel del voluntariado yo creo que es elemental y clave para desmontar muchos de esos prejuicios y estereotipos. Cuando ves en el barrio grupos de voluntarios y voluntarias que ayudan a nuestros mayores a realizar determinadas tareas, o en las escuelas, o en otros múltiples ámbitos donde se realiza voluntariado, ahí no hay ningún tipo de discriminación. Ahí no hay una diferenciación entre las personas ni de origen, ni de raza, ni de religión, de sexo, de género… No lo hay. El voluntario o la voluntaria lo es y punto. Y esa es la clave del voluntariado.
¿Por qué? Porque facilita que cualquier persona independientemente de su origen, de su religión, su raza o sexo, pueda participar en la acción voluntaria. Y la segunda parte que es muy importante: que quien ve a ese voluntario o a esa voluntaria, está viendo a un voluntario o una voluntaria. No está viendo más allá.
Se ve en las noticias, por ejemplo, en las costas cuando vemos gente cruzar el mar en una patera o en La Palma cuando pasó lo del volcán… que vemos a personas voluntarias ayudando independientemente de su origen. Y en la Covid, me remito ahí. También cuando pasó la guerra de Ucrania que acogimos a todos los refugiados… El papel del voluntariado es visibilizar que somos hombres y mujeres iguales y que lo que nos interesa es el bienestar común; y desde ahí es donde se desmonta el racismo, la discriminación y los prejuicios.
¿Qué nivel de solidaridad consideras que hay ahora mismo en Europa?
Yo creo que sigue siendo un nivel de solidaridad alto. La cuestión es que están haciendo mucho ruido los que buscan la confrontación y los que buscan romper con esa solidaridad. Creo que están distorsionando el mensaje de la Europa verdadera. Pero yo creo que el nivel de solidaridad en la UE es muy alto. Y la mejor forma de comprobarlo es cuando uno viaja. Ahí ve y comprueba el trato, comprueba la acogida… Es verdad que se está luchando mucho también políticamente para que cada vez haya más cohesión. Y se está consiguiendo poco a poco. Es verdad que no es tan fácil ni tan rápido como quisiéramos a nivel político, pero se están consiguiendo cosas.