La 1 de TVE ha estrenado ‘Las abogadas’, un drama que nos transporta a la España de los años 70 para revivir la lucha de cuatro abogadas que sobrevivieron al ataque de un grupo ultraderechista en un despacho laboralista en Madrid en 1977, donde cinco de sus compañeros fueron asesinados a tiros.
La trama se enfoca en cómo este traumático suceso cambió sus vidas para siempre, llevándolas a enfrentarse a un régimen que reprimía a quienes luchaban por la justicia y los derechos. Además, la serie nos muestra la realidad de los tribunales de orden público de la época y cómo estas mujeres se convirtieron en una resistencia legal contra la dictadura.
Bajo la dirección de Patricia Ferreira, conocida por éxitos como ‘Thi Mai, rumbo a Vietnam’, y con un equipo de guionistas compuesto exclusivamente por mujeres, TVE ha destacado este enfoque como uno de los grandes aciertos de la producción.
De igual forma, el elenco de ‘Las abogadas’ está compuesto por jóvenes y talentosas actrices, entre ellas Paula Usero, quien interpreta a Lola González, Irene Escolar, que da vida a una joven Manuela Carmena, futura alcaldesa de Madrid y defensora de los derechos humanos, Elisabet Casanovas, que da vida a Cristina Almeida, y Almudena Pascual, que interpreta a Paca Sauquillo.
La historia de Paquita Sauquillo
Aquel día, Paquita Sauquillo, una de estas protagonistas, no se encontraba en el bufete, al igual que otras tres compañeras cuya ausencia les salvó la vida. Sin embargo, su hermano, el también abogado Francisco Javier Sauquillo, fue asesinado vilmente aquella trágica noche. Hoy, esta superviviente del atentado, es vicepresidenta de la Plataforma del Voluntariado de España y presidenta de Movimiento por la Paz.
La experiencia de sobrevivir a un evento tan devastador dejó una huella, pero Paquita ha dejado una huella aún mayor en su campo profesional. Como abogada, ha sido pionera: fundó la primera asociación de vecinos en España, impulsó la transformación de los barrios de chabolas en Madrid y defendió tres de los casos judiciales más trascendentales de la historia reciente, incluyendo el juicio de las últimas ejecuciones de 1975 y el del escándalo del aceite de colza.
Una realidad con tintes de ficción
Ahora, a sus 81 años, recibe con ilusión verse reflejada en esta serie que muestra desde las detenciones en las manifestaciones estudiantiles hasta el Proceso 1001, aunque “desde la ficción”, explica Paquita a este periódico. Ya que, aunque los hechos y la ambientación estén fielmente retratados, sí que la serie asume ciertas licencias dramáticas. «A mí me sacan fumando y yo no he fumado en la vida. También me sacan bailando en el Bocaccio y la verdad que yo no era muy bailona. Además, las intérpretes son más guapas que nosotras cuando éramos jóvenes.», dice, entre risas.
En este sentido, Sauquillo revela que no han contado con ellas para hacer el guion ni tampoco para la producción. «Ni siquiera hemos hablado durante el rodaje con la actrices que nos interpretan», comenta. «A las actrices les dijeron que no podían ponerse en contacto con nosotras ya que querían hacer una serie ficticia sobre un hecho real. Si nos hubieran enseñado el guion hubiésemos dicho, ‘oye que yo no fumaba’, o cualquier otra cosa. Entonces, parece ser que es mejor no involucrarnos para no fastidiarle al guionista», explica la reconocida abogada.
No obstante, una vez terminada la serie, sí que han podido conocerse en persona la Paquita real y la ficticia. «A ella le hizo mucha ilusión conocerme. Y me comentó que también tenía una historia personal complicada ya que se había muerto su madre… La verdad que fue un encuentro bonito. Y sí que en la serie me veo reflejada en ella», expresa.
Un testamento para las nuevas generaciones
A pesar de la distancia que marca la ficción de la realidad, volver a ver en pantalla su historia personal ha reavivado sus recuerdos. «Cuando sale mi hermano en la serie, me remueve por dentro. A veces veía un capítulo y por la noche seguía dándole vueltas recordando a mi hermano y todo lo que ocurrió», revela.
En definitiva, la serie se erige como un testamento histórico que sirve «para que la gente joven entienda cómo la conquista de la democracia en España no fue un cuento de hadas. Ni tampoco fue hecha por la monarquía ni por el Gobierno, sino por mucha gente que luchaba para conseguir la libertad», sentencia Paquita, cuyo legado, ahora plasmado en las pantallas de TVE, será eterno.