La Federación Estatal LGTBI+ ha presentado el Informe Estado LGTBI+ 2024, un documento que desvela la persistente desigualdad que sufren las personas del colectivo LGTBI+ en España. A pesar de los avances legales, las personas LGTBI+ continúan enfrentando desigualdades profundas que limitan su acceso a derechos básicos como empleo, vivienda y seguridad.
El estudio destaca que las personas LGTBI+ tienen un 13% más de probabilidades de vivir en situaciones de pobreza, alcanzando una preocupante tasa de riesgo del 30,6%. Este dato afecta especialmente a mujeres lesbianas y personas trans, quienes además sufren una elevada precariedad laboral. Según el informe, el 14,7% de los hogares del colectivo apenas registra dos meses de empleo al año, mientras que la temporalidad laboral amenaza la estabilidad económica de miles de personas.
La discriminación por género y orientación sexual también se manifiesta claramente en el ámbito laboral. Las mujeres LTBI+ sufren una tasa de desempleo del 17,39%, muy por encima del promedio de mujeres de la población general (13,73%) y de otros segmentos del colectivo, como los hombres GTBI+ (8,92%).
“La combinación de género con factores como la orientación sexual, identidad de género o diversidad corporal crea una doble o triple discriminación, empujando a las mujeres del colectivo a los márgenes del mercado laboral”, advierte Paula Iglesias, presidenta de la Federación Estatal LGTBI+.
El informe también refleja el impacto del edadismo en las personas LGTBI+ mayores, quienes registran un desempleo del 40% a partir de los 60 años, una cifra que triplica la media nacional. La discriminación combinada por edad y diversidad sexual o de género priva a este grupo de una vejez digna, exponiéndolos a la vulnerabilidad económica y social.
La violencia sobre las personas LGTBI+ sin hogar
La situación es aún más grave para quienes viven en situaciones de sinhogarismo. Según el informe, un 23% del colectivo ha sufrido violencia en algún momento de su vida, mientras que entre las personas sin hogar, las agresiones físicas se quintuplican y un 50% reporta haber sido víctima de discriminación en el último año. «El sinhogarismo entre las personas LGTBI+ no es casual; es una consecuencia directa de la exclusión social. Necesitamos políticas públicas urgentes que protejan y asistan a las personas en situaciones de especial vulnerabilidad», declara Iglesias.
Por todo ello, la Federación Estatal LGTBI+ hace un llamamiento a los poderes públicos para que actúen de manera inmediata. «El primer paso es implementar de manera efectiva la Ley LGTBI+, pero no nos podemos quedar ahí, hay que avanzar en el desarrollo de políticas públicas para la construcción de una sociedad donde toda persona, independientemente de su orientación sexual, diversidad corporal, identidad y expresión de género, tenga acceso a los derechos que les corresponden«, concluye.