«Tenemos una población a la que se considera erróneamente envejecida». Estas han sido las palabras de José Luis Fernández Santillana, presidente de CEOMA tras comprobar los últimos datos publicados por el SEPE correspondientes al mes de agosto. Según se refleja, el 46% de las personas paradas superan los 50 años, lo que evidencia una discriminación por motivos de edad.
Cuando aún les queda más de 15 años como activos, las oportunidades laborales descienden considerablemente. «Esta es la prueba más evidente de cómo el edadismo está inmerso en nuestro mercado laboral», ha mencionado Fernández Santillana. En este sentido, desde la organización reclaman priorizar la contratación de estas personas, «sin abandonar a los séniors, ni seguir incrementando la edad de jubilación«.
Por otro lado, han pedido al Gobierno un plan de choque que contemple acciones formativas que doten de nuevas competencias y cualificaciones profesionales, mejorando la empleabilidad junto a incentivos fiscales y en las cotizaciones sociales a quienes contraten a estos trabajadores.