La infancia se hunde en España. Las personas menores de edad y adolescentes dejan atrás la idea de una etapa dulce y digna para empezar a preocuparse por su supervivencia. España es el país de la Unión Europea con mayor tasa de pobreza infantil, alcanzando el 28,9%, según el último informe de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del Instituto Nacional de Estadística (INE) que recoge los datos del pasado año 2023.
El porcentaje de pobreza infantil en España (28,9) supera al de la pobreza general (20,2%). Se calcula que en total son 2,3 millones de menores. Sin embargo, la cifra es aún más preocupante cuando se habla de pobreza severa infantil y es que más de un millón de menores (el 13,7%) se encuentra en una situación extrema de riesgo y exclusión social.
Andrés Conde, el director general de Save the Children, pone el foco en que algunas de las causas que derivan en esta situación extrema de pobreza se deben al «impacto de la pandemia y a la inflación». Desde la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES) añaden que, pese a que los ingresos han aumentado un 8%, «este aumento no ha llegado por igual a todos los hogares debido al encarecimiento de la vida y a la inflación; y la peor parte se la han llevado los hogares con menores a cargo».
Nivel económico de las familias
Según indican desde Save the Children, el impacto de la pobreza y la exclusión social en España asciende hasta el 34,5% si se tienen en cuenta la carencia material y social severa y la baja intensidad laboral.
La carencia material y social severa han aumentado debido «al impacto de la dimensión más aguda de la pobreza infantil y su relación con la escalada de precios de los últimos años«, según indican desde la ONG. Añaden: «Impide el acceso a bienes y servicios esenciales para unas condiciones de vida y bienestar mínimos para la infancia a 979.493 niños, niñas y adolescentes en España».
De otro lado, el nivel económico es tan bajo que muchas familias no pueden permitirse dos raciones de carne (pollo o pescado) a la semana: el 7% del total frente al 5,9% de la ECV de 2022. Macarena Céspedes, directora de Incidencia de Educo, afirma que son menores «que no están comiendo la suficiente proteína y que, por tanto, están en riesgo de sufrir malnutrición». Desde las ONG de protección de la infancia también achacan este problema al aumento de los precios de productos de alimentación.
Familias monoparentales
El nivel de pobreza en familias monoparentales, es decir, familias con un progenitor (madre o padre) a cargo de uno o más hijos, es aún más destacado. Según el último informe de la EAPN-ES, ‘El Estado de la pobreza 2024’, la tasa se ha incrementado hasta el 45%, es decir, 1,8 puntos porcentuales más que en 2022. Además, indican que, como sucede todos los años, «los hogares con niños, niñas y adolescentes (NNA) tienen tasa de pobreza notablemente más altas que aquellos compuestos solo por personas adultas».
En este punto, Save the Children pone el foco en las familias donde la mujer es el progenitor a cargo, puesto que las mujeres están expuestas a una mayor precariedad laboral por la brecha de género y, por tanto, a una mayor pobreza. Tal y como indican desde la organización, «más de la mitad de los niños y niñas de estos hogares están en una situación especialmente vulnerable ya que, el 31,4% de ellos se encontraron en pobreza severa en 2023, 2,67 puntos porcentuales más que en la ECV 2022».
Thomas Ubrich, sociólogo del equipo de Estudios de Cáritas Española denuncia: «En los últimos años hemos visto una tendencia hacia una reducción en la capacidad de las familias para afrontar gastos imprevistos. Esto nos muestra la gran precariedad que sufren cada vez más familias, sobre todo aquellas que tienen menores a cargo. Los niveles de pobreza en estas familias, según la encuesta, no se habían visto desde el año 2014″.
Propuestas de mejora
En la actualidad, existen medidas de lucha contra la pobreza infantil como el Plan de Acción estatal para la implementación de la Garantía Infantil Europea (GIE). Sin embargo, su éxito depende de la acción de las administraciones. Las organizaciones de la infancia consideran las medidas existentes como insuficientes y proponen mejoras a tener en cuenta para el bienestar social y la protección de la infancia en España.
Con la implementación del IMV y su complemento de infancia, España sigue lejos de la media europea en la inversión en prestaciones para la infancia. Según indican desde Save the Children, es de los pocos países europeos que no cuenta con una prestación para menores de edad que sufren las consecuencias del alza de los precios. Inciden en que es preciso «combinar medidas focalizadas en los hogares más vulnerables con medidas de apoyo extendido a los hogares con niños y niñas».
Por otro lado, desde la EAPN-ES proponen: políticas focalizadas en la infancia y la juventud como recuperar el carácter preventivo de la educación desde los 0 años, la atención integral y regularización de menores no acompañados; y medidas que reduzcan el desempleo juvenil, que faciliten la homologación de títulos o itinerarios de acompañamiento a la vida adulta especialmente para jóvenes que han estado en instituciones de tutela. Además, insisten en que se necesita «un sistema público de calidad que tenga en cuenta necesidades diversas entre las familias y que incremente la inversión, la calidad y la extensión en la cobertura de la prestación por hijo e hija a cargo».