Millones de personas se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social en España. El año pasado, 89 mil personas recibieron ayuda directa gracias a la casilla de la «X Solidaria», que cada contribuyente puede marcar al hacer su declaración de la renta.
En 2023, España sufrió un incremento en la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social AROPE posicionándose en un 26,5%, frente al 26% de la población que afrontaba esta situación el año anterior. Este 0,5% se traduce en 400.000 personas más en riesgo de pobreza. En términos generales, ya se contabilizan unas 12,7 millones de personas en España.
Proyectos que han contribuido en la causa
Dentro del ámbito rural, destacan proyectos como el de COCEDER, una entidad social que plantea itinerarios integrales adaptados a los diferentes colectivos enfocados al acompañamiento hacia la inserción y orientación sociolaboral. En 2023, participaron 2.085 personas (1.446 mujeres y 639 hombres), de las cuales el 7,5% logró la inserción laboral y el 17% mejoró su cualificación.
En la misma línea, la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR) desarrolla tres programas nacionales financiados con IRPF de empleo y exclusión social: el programa «Digitalización para Mujeres Rurales», el de «Mujer Rural CONECTA-T» y «Oportunidades de Trabajo».
De manera más exclusiva, la Red de Atención a las Adicciones, UNAD, y Accem, se centraron en la inserción laboral de los colectivos a los que apoyan: una enfocada a mejorar la inserción sociolaboral de las personas con problemas de adicciones y la otra con la mirada puesta en la integración laboral de las personas migrantes.
También Cruz Roja desarrolló un servicio multicanal de orientación laboral en la que empleó redes para promover la inclusión laboral de las personas con problemas para acceder a un trabajo digno, reduciendo la brecha digital, fomentando la igualdad y mejorando el acceso a información relevante.
La Fundación Secretariado Gitano (FSG), en 2023, trabajó para romper el círculo intergeneracional de la pobreza y la exclusión social de 16.000 familias gitanas y más de 2.000 menores. Además, centró su atención en la mejora de la empleabilidad de la población gitana a través de programas de empleo como Acceder, con el que atendió a cerca de 21.000 personas, de las que 4.000 encontraron empleo.
En el ámbito de la discapacidad y la salud
Las personas con discapacidad son aquellas con mayor tasa de desempleo, según indica Plena Inclusión. Gracias a la financiación de la «X Solidaria», han podido impulsar la metodología «Empleo Personalizado» que ayuda a promover el empleo entre estas personas. Por otro lado, también investigan las barreras que impiden el acceso de estas personas al empleo público.
Por su parte, la Confederación Autismo España desarrolla el programa «Promoción del empleo de personas con autismo», que permite formar a personas autistas para que se conviertan en validadoras de accesibilidad cognitiva, lectura fácil y entornos físicos y web, aumentando así sus oportunidades de acceso al mercado laboral.
La exclusión social también puede ser provocada por la falta de acceso a derechos fundamentales como la salud. En este sentido, UNAF, a través de la «X Solidaria» promueve la mediación intercultural para facilitar el acceso de la población migrantes a información y recursos de salud sexual y reproductiva (alcanzó 1.583 personas beneficiarias en 2023). Por otro lado, también fomenta el reconocimiento de la diversidad familiar mediante formación profesional para que las familias no tradicionales se encuentren en situaciones de vulnerabilidad.
Asimismo, el «Programa Apoyo a la Rehabilitación de Personas con Trastorno Mental Internas en Centros Penitenciarios» de Salud Mental España, ayudó a 2.965 personas. La entidad, gracias al apoyo de la «X Solidaria», también ofreció otros programas para la inserción laboral de personas con problemas de salud mental.
