En los primeros cuatro meses de 2024, 20.000 personas migrantes han llegado a España, marcando un aumento significativo del 190% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Entre estas personas se cuentan 1.579 menores de edad, un número inusualmente alto para los meses de invierno. Por ello, Save the Children advierte que, de mantenerse esta tendencia, podría incrementarse la llegada de menores no acompañados durante el verano, superando el récord de más de 5.100 menores registrado en 2023, los cuales se ven expuestos a situaciones de detención y a riesgos de discriminación y violencia.
En respuesta a este flujo migratorio, España y la Unión Europea han intensificado la cooperación con los países de embarque, incluyendo un acuerdo de 200 millones de euros con Mauritania, con el objetivo de frenar la migración. Sin embargo, Bárbara González del Río, experta en migraciones de Save the Children, advierte que estos acuerdos podrían poner en riesgo la protección de los derechos de la infancia.
Así, la especialista resalta la obligación de España de atender a los menores migrantes y garantizar sus derechos e insta al Gobierno español a implementar medidas urgentes para garantizar una correcta acogida de estos menores, como la detección de perfiles vulnerables y el reparto equitativo de menores no acompañados entre las distintas comunidades autónomas para evitar la saturación de los sistemas de protección.
5.730 menores tutelados por el Gobierno Canario
De las 20.000 personas migrantes que han llegado a España en este primer cuatrimestre del año, casi 16.000 de ellas han llegado a las Islas Canarias, la mayoría provenientes de Senegal, Mauritania y Mali, lo que representa un incremento del 13% respecto al año anterior. Actualmente, el número de menores tutelados por el Gobierno Canario supera los 5.730, con los centros de acogida desbordados.
Ante esto, González del Río subraya que la popularidad de esta ruta se debe tanto a las condiciones en los países de origen como a las políticas migratorias europeas. Sin embargo, alerta que la ruta canaria es extremadamente peligrosa, con una media de 16 muertes diarias en 2023, totalizando más de 6.000 vidas perdidas, según Caminando Fronteras.