Un documento elaborado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), alerta sobre las desigualdades en el acceso a cuidados paliativos en España. Según el informe, alrededor de 80.000 personas con necesidades paliativas complejas fallecen cada año sin recibir la atención adecuada.
Falta de recursos y desigualdades territoriales
El análisis destaca que la escasez de personal especializado y recursos materiales, tanto en atención primaria como en hospitales, es uno de los principales problemas. Además, el estigma asociado a los cuidados paliativos, las trabas burocráticas y las diferencias entre comunidades autónomas dificultan una atención equitativa.
El Dr. César A. Rodríguez, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, lamentó la ausencia de protocolos que faciliten la coordinación entre oncología y cuidados paliativos. “Esto retrasa la derivación y afecta negativamente a la calidad de vida de las personas en esta situación”, explicó.
En la misma línea, la Dra. Elia Martínez, presidenta de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos, abogó por integrar estos cuidados desde el inicio del tratamiento oncológico. Según señaló, esta práctica reduce el sufrimiento y permite tomar decisiones compartidas con los pacientes y sus familias.
Propuestas para un cambio estructural
Entre las recomendaciones recogidas en el documento, se propone planificar anticipadamente los cuidados, establecer protocolos comunes y crear unidades funcionales multidisciplinares que atiendan a pacientes en un solo entorno.
El informe también apuesta por campañas de sensibilización para eliminar los prejuicios que rodean a los cuidados paliativos y por incrementar la formación del personal sanitario. Ramón Reyes, presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer, enfatizó que estos cuidados «son un derecho que debe garantizarse de forma igualitaria en todo el país”.
Las entidades autoras del consenso coinciden en que una atención paliativa temprana no solo mejora la calidad de vida, sino que también optimiza los resultados de los tratamientos oncológicos, beneficiando tanto a pacientes como a sus familias.